Carta a mis alumnos ante la proximidad de los exámenes

He querido escribirte una pequeña carta de ánimo personal, para pedirte fe, esperanza, ilusión, ganas y sobre todo, sacrificio, esfuerzo constante y ánimo de superación personal… Entiendo que resulta muy difícil concentrarse, en estos tiempos tan inciertos que nos ha tocado vivir, tan tristes en algunos hogares en los que el dolor campa a sus anchas, ya sea dolor físico por enfermedad, psicológico o material (frente a la crisis y el paro de nuestros familiares) pero es que frente a la adversidad, hace falta decisión de querer cambiar las cosas para mejor, y esto solo se consigue con una cierta visión de futuro, y con mucha fe en uno mismo. Llegan los exámenes y llegan esos sudores inciertos que anuncian que las cosas no las has hecho bien del todo, llegan los nervios y la frase mítica te ronda la cabeza “tenía que haber estudiado antes y mejor” pero bueno, las cosas vienen así y quizá ya sea demasiado tarde para darle la vuelta a la tortilla, sabes que será muy difícil, sabes que en casa las cosas no van a ser lo mismo a partir del 21 de diciembre. Pero sabes que tú puedes con todo, porque no estás en 2º de Bachillerato gracias a tu inconstancia, sino que te lo has ganado a pulso, por eso respiras y te autocompadeces. Hay una preocupación en ti (eso es bueno), quieres descansar, tratas de sentarte y por alguna extraña razón ningún sofá es lo suficientemente cómodo. De todas formas tú y sólo tú sabes cómo alejar esos sinsabores: y es ESTUDIANDO. Nosotros como profesores y tú como alumno/a, tenemos que tener la necesaria confianza de unos en otros para que el ejercicio de la docencia sea rico y honesto. Si esto no fuera así, los profesores no tendríamos el estímulo necesario para poder realizar con éxito nuestra misión para contigo… No olvides que somos profesores, pero que también estaremos a tu lado si nos necesitas como amigos, si es que la ocasión lo requiere. Me enfado contigo muchas veces, si no me importaras no me enfadaría, todo me resbalaría y quizá hoy, en lugar de escribirte esta carta que sale desde el corazón, estaría viendo online algún capítulo del “Club de la comedia”. Quiero que sepas que confío en ti, que sé que lo darás todo para superar este pequeño escollo, que perseverarás en tus propósitos y que me regalarás un jamón para Navidad (es broma… bueno si cuela, cuela). Quiero que sepas que esa semana será igual de dura para mí, que te tendré en mis pensamientos y te prometo que estaré a tu lado por si necesitas apoyo moral (no me pidas dinero jejeje). En definitiva, quiero que sepas que no estarás solo/a.