No se acabará el mundo...
Hoy
ha sido un día duro. Es muy triste y, hasta heroico, aceptar un
suspenso con la suficiente entereza como para no acabar llorando de
rabia delante de tus amigos. Es muy triste entregar un suspenso a
alguien que te admira por tu trabajo porque, no sólo te has decepcionado
a ti mismo, sino que lo has decepcionado a él también. Es muy triste
ser profesor en días como este pero he de ser consecuente y justo. Sólo
deciros a los que habéis suspendido que no se acaba el mundo (a pesar de
los Mayas, la NASA, el I Ching, Nostradamus y Falete) y que aquí estoy
para ayudaros a superar este ciego bache.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.