COHESIÓN LÉXICO-SEMÁNTICA
La cohesión es
una propiedad de todo texto bien construido en el que cada enunciado se
relaciona con los demás mediante procedimientos léxico-semánticos y
gramaticales. Este hecho permite su correcta interpretación y, al mismo tiempo,
al señalar el tipo de relación entre ese enunciado con los demás, otorga unidad
a todo el texto.
Así,
centrándonos en el nivel léxico, con el fin de insistir en los mismos
referentes aparece la repetición léxica de palabras clave haciendo referencia a
la esfera de la realidad a la que estos aluden, como ejemplos, basten: “policía/s” repetido 4 veces; “fuerzas”, “bomberos” repetido 3 veces; “ciudadano/s”, “instituciones”, “guardia/s
civil/es”, “públicas”, “justicia” repetido 2 veces; asimismo, la recurrencia
también se manifiesta por derivación, como: “indefensión-defenderse”…
La autora
pretende subrayar, como ya hemos comentado, las ideas importantes, pero a la
vez dotar al mensaje de variedad y riqueza, así, en el nivel semántico,
que marca las relaciones de significado entre las palabras, encontramos
sinónimos, que son palabras distintas con significados similares; unos son
parciales: “miedo-canguelo-terror-pánicos”,
“excesos-abuso”; otros referenciales (en el contexto en que aparecen hacen
referencia a un mismo referente): “Fuerzas
Armadas-militares”, “policías-municipal-agentes”. No encontramos antónimos que refuerzan las relaciones
semánticas por contraste sin embargo, otros elementos del nivel semántico que
refuerzan la cohesión es el hiperónimo: “fuerzas
públicas” y sus correspondientes hipónimos: “policías, guardias, bomberos, agentes, guardias civiles, militares”,
o el hiperónimo “Instituciones” cuyos
hipónimos son “Guardia Civil, Policía,
Fuerzas Armadas”. El campo conceptual del “orden social” viene determinado
por el uso de palabras que se refieren a conceptos implicados entre sí, basten
los ejemplos: “fuerzas, policías,
guardias civiles, fuerzas armadas, consuelo, cívica, justicia, derechos,
defenderse, instituciones, confianza, viabilidad, municipal, agentes, etc.”. No existen recursos retóricos destacables como
sustitutivos léxicos con significados sugeridos.
Por todo ello,
podemos concluir que estamos ante un texto bastante cohesionado gracias a los
mecanismos que acabamos de justificar.
COHESIÓN GRAMÁTICO-SINTÁCTICA
La cohesión es
una propiedad de todo texto bien construido en el que cada enunciado se
relaciona con los demás mediante procedimientos léxico-semánticos, gramaticales
y sintácticos. Este hecho permite su correcta interpretación y, al mismo
tiempo, al señalar el tipo de relación entre ese enunciado con los demás,
otorga unidad a todo el texto.
La cohesión
gramático-sintáctica la conforman los mecanismos de recurrencias gramaticales y
de sustituciones deícticas, esto es, los mecanismos de referencia interna y
externa, que, mediante la foricidad (elementos señaladores), "señalan" a otras partes del
discurso o del contexto comunicativo además de los nexos, conectores y
marcadores discursivos, que enlazan las oraciones unas con otras,
mostrando las relaciones lógicas entre
las partes del discurso.
Los mecanismos
de referencia interna o endofórica
remiten a partes del discurso ya nombradas (anáfora) o por nombrar (catáfora);
de este modo se evitan repeticiones innecesarias y se refuerza la continuidad
discursiva. Encontramos numerosas anáforas basten los ejemplos a través
de los pronombres relativos: "que"
que en la l. 2 hace referencia a “indefensión”; en la l. 4 a “pánicos”, en la l. 13 a “Eduardo Justa” y en la l. 17 a “agentes”; también a través del
demostrativo: "esos" (l. 7)
que remite a los números del estudio del CIS y en la l. 12, por dos veces, hace
referencia a las fuerzas públicas, “esas”
(l. 9) que remite también a las tres fuerzas del orden dichas anteriormente; el
adjetivo posesivo “sus” de la l. 8
que remite a “ciudadanos” y “su” que
remite, en la l. 18 a “agentes” y en
la l. 19 a “policías” y a través del
pronombre personal “ellos” que remite
a “agentes”, cabe justificar en este
apartado el participio “queridos” (l.
16) que remite a “Bomberos” como
referencia anafórica. También son significativas las elipsis para evitar
repeticiones y para remitir a elementos que, por conocidos, puesto que han
salido anteriormente, no se nombran, basten los ejemplos: verbal: “Qué miedo nos daban los policías, qué
canguelo [daban] los guardias civiles y qué terror [daban] los militares"
(l. 3); y nominal: “Porque gente chula y [gente] proclive al abuso hay…” (l. 20).
Por su parte,
la deixis externa remite a los
elementos de la comunicación presentes en el texto. En cuando a la
deixis temporal, cabe justificar el adverbio “hoy” en las línea 12, “ya”
l. 12, 15 y “siempre” en la l. 15. La
deixis espacial es inexistente, aunque hay referencias explícitas al
espacio “España, La Rioja, Madrid”
que, sin ser deícticas, localizan el texto en diferentes contextos espaciales.
En el mismo
sentido incide el eje temporal, aparece el presente, puesto que se trata
de un tema de actualidad y marca cercanía del receptor "siento, pienso, hace, son, implican, hay"…,
combinado con el pasado, mucho más abundante que sirve para mostrar los
antecedentes del presente: "viví,
sentía, daban, reveló, hayamos, han sido…". El eje temporal se muestra
coherente: el presente indica la situación actual y el pasado sirve para
contextualizar y justificar la propia realidad.
Este texto no
presenta variedad de conectores.
Destacan los conectores de adición, la conjunción "y" (l. 3, 6, 7, 8, 16, 20…), “también” (l. 14), “de la
misma manera” (l. 19) que se utiliza a menudo, que, además de ser una marca
de estilo, refuerza la idea de acumulación de hechos y ejemplos en los que se
fundamenta parte de la argumentación del texto. Los nexos que estructuran las
ideas, por ejemplo, de oposición: "pero" (l. 4), este nexo marcan restricción de significado
entre los diversos enunciados. Los nexos y conectores causales: "Porque" (l. 7, 20), que sirven para
explicar la causa de lo que se ha dicho anteriormente. Los finales “para que” (l. 9, 14) que sirven para
mostrar propósitos o intenciones; los de duda “Quizá” (l. 10) que expresa incertidumbre, los de ejemplificación
“por ejemplo” (l. 13), “como” (l. 20) que sirven para ilustrar a
través del ejemplo lo dicho anteriormente y los concesivos “aunque” (l. 15) para mostrar una
concesión a lo dicho anteriormente.
(Es probable que existan algunas marcas más que se
me hayan pasado o que sean susceptibles de ulteriores explicaciones y
aclaraciones)
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